Tanto si estamos comenzando un proyecto nuevo o tanto tenemos una empresa con cierta trayectoria debemos saber que para solidificarlos exitosamente es necesario edificarlos sobre una determinada cultura de marca. La cultura de marca es un compromiso de por vida que requiere de planificación, de perseverancia y de una determinada visión.¿Cuáles son los beneficios? Mejorar la satisfacción del cliente, reducir la importancia del factor precio, aumentar la fidelidad a nuestros productos y servicios así como el gasto medio por cliente.
La identidad de la marca se asienta sobre un entendimiento profundo del su público, de sus competidores y de su nicho de mercado. Las marcas fuertes disfrutan de la lealtad de sus clientes, de la posibilidad de fijar precios más altos y del respaldo en el lanzamiento de nuevos productos y servicios. Continúa leyendo para comprender dos delos pilares básicos para la consecución del éxito como marca; el posicionamiento y la comunicación.
Posicionamiento de la marca
El posicionamiento consiste en la creación de una percepción particular de marca y la consecución de una diferenciación en la mente del público que la haga sobresalir del resto de competidores. El posicionamiento es parte de la identidad de la marca y una proposición de valor que lleva intrínseca una ventaja competitiva sobre las marcas de la competencia.
En la economía actual los marketeros deben ser capaces de entender cómo combinar los distintos elementos de una marca para crear el posicionamiento óptimo en la mente de los consumidores. Los principales esfuerzos deben ser realizados en la “añadición” de una serie valores psicológicos a los productos y servicios en forma de beneficios intangibles tales como asociaciones emocionales, creencias, valores o sentimientos que la gente vincula a la marca y que le son exclusivos a esta, y por ello la diferencian de la competencia. Las marcas que saben posicionarse bien en la mente del consumidor son las marcas más fuertes y las que permanecen líderes en el mercado adaptando sus valores intangibles a través del tiempo.
Comunicación del mensaje y la imagen de marca
Una marca necesita esculpir una visión concreta de cómo el público deber percibirla. El posicionamiento es el primer paso y ayuda a definir donde deben ser realizados esfuerzos, y donde se debe poner más énfasis en la identidad de la marca. En la identidad de la marca hay factores clave como el manual de identidad corporativa, eje en torno al cual debe girar toda la comunicación, ya sea pagada, a través de publicidad, o a través de las redes sociales. La imagen es producto de las percepciones, que es la forma en la cual pensamos o imaginamos. En estas percepciones, juegan un papel creciente la utilización de imágenes y fotografías de calidad que trasmitan a nuestro público una imagen fiable de la empresa y una imagen de calidad de nuestros productos y servicios, que por supuesto tendrá que verse respaldad por la realidad para tener éxito en el largo plazo.
En ese largo plazo el objetivo es desarrollar e implementar una comunicación integrada que demuestre el valor de la marca. El mensaje debe ser consistente ya que los principales retos que afronta todo proyecto a la hora de construir y comunicar la marca es darse a conocer, ser recordado, cambiar percepciones, reforzar actitudes y crear fuertes lazos con sus clientes. Una marca distinguida es capaz de construir un puente emocional y relacional con estos. Las empresas necesitan asegurarse de que sus marcas continúan siendo fuertes especialmente durante periodos de tiempo difícilmente, ya que el valor de los intangibles es uno de los activos más importantes de entre todos con los que cuentan en su inmovilizado.